domingo, 24 de octubre de 2010

Un jardín extraordinario

Si cuidas de tu mente, si la nutres y la cultivas como si fuera un fértil jardín, florecerá más allá de tus expectativas. Pero fíjate en los residuos tóxicos que la mayoría de la gente mete en el fértil jardín de su mente, y eso un día tras otro: preocupaciones, ansiedades, la nostalgia del pasado, los cálculos sobre el futuro y los miedos que ellos mismos alimentan y que pueden destrozar el mundo interior de cualquier persona. La preocupación priva a la mente de gran parte de su poder y, antes o después, acaba dañando el alma. Sin embargo, los que hacen algo más que existir, los que azuzan las llamas de su potencial humano y saborean la danza mágica de la vida sí hacen cosas distintas de los que viven una vida corriente.
De ese modo permiten que las preocupaciones priven a su mente de su fuerza vital; están bloqueando el enorme potencial de la mente para aportar todo lo que ellos quieran, emocional, física y espiritualmente. En general la gente no se percata del enorme poder de la mente. El yogui Raman, a través de una práctica muy disciplinada, ha condicionado su mente hasta el punto de ser capaz de ralentizar su corazón a voluntad. Aunque yo nunca te sugeriría que empezaras marcándote objetivos como ésos, sí te sugiero que empieces por considerar tu mente como lo que es: el mayor don de la naturaleza.
Sus ojos parecían centellear mientras hablaba de la magia de la mente y de la abundancia de cosas buenas que eso traía consigo. Adoraba enseñar y trataba a sus alum-nos como si fueran hijos suyos, alimentando su mente con enorme bondad. O, más concretamente, en los pensamientos que cada uno introduce en su mente cada segundo de cada minuto de cada día de la vida. . Controlando los pensamientos y la manera de reaccionar a los acontecimientos de la vida, uno empieza a controlar su destino. Supongo que mi vida se ha vuelto tan ajetreada que nunca tengo tiempo de pensar en estas cosas. Cuando hayas aplicado este principio a tu vida diaria y empieces a acondicionar tu mente para traducir cada acontecimiento en uno positivo, podrás desterrar para siempre las preocupaciones. Por consiguiente, debo abrir mi mente para aprender de cada experiencia. . –Para liberar todo el potencial de tu mente, tu cuerpo y tu alma, primero debes expandir tu imaginación. Verás, las cosas son creadas dos veces: primero en el taller de la mente y después en la realidad. Yo llamo a este proceso el «cianotipo» porque todo lo que creas en tu mundo exterior empieza como una simple cianocopia en tu mundo in-terior, en la exuberante pantalla de tu mente. Cuando aprendas a con-trolar tus pensamientos y sepas imaginar gráficamente todo lo que de-seas de esta vida terrenal en un estado de absoluta expectativa, las fuerzas dormidas empezarán a despertar en ti. Lo primero que harás 33 será abrir el potencial de tu mente para crear la vida mágica que yo creo que mereces. Mi mente empezó a re-flexionar sobre todo lo que estaba mal en mi vida. En cualquier caso, aquella noche con Julián me decidí a no pasar más tiempo ganándome la vida y a invertir mucho más tiempo en crear una vida. Despierta al poder que tu propia mente tiene para hacer que las cosas sean como quieres.
Me dijo que había tenido muchas influencias en su vida y que le resultaba difícil destacar una como su fuente de inspiración. Había una cita, no obstan-te, que siempre llevaba en su corazón, una cita que integraba todos los valores que más apreciaba tras una vida dedicada a la contemplación. La cita del filósofo decía así: Cuando te inspira un objetivo importante, un proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras: tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas direcciones y tú te ves en un mundo nuevo y maravilloso.
Había cambiado mu-chas cosas en su estilo de vida, pero era obvio que el punto de partida de su transformación no era otro que su buena salud mental. El éxito por fuera comienza sin duda con el éxito por dentro: cambiando su manera de pensar, Julián Mantle había cambiado su vida. Si lo pienso bien, tengo muy poco control sobre los pensamientos que flotan en el jardín de mi mente –dije con sinceridad. Si piensas sólo cosas negativas, es porque no has cuidado tu mente y no has dedicado el tiempo necesario para entrenarla a pensar en lo bueno. Recuerda, John, la mente es como cualquier otro músculo de tu cuerpo. Si no lo usas, se atrofia. – ¿Quieres decir que si no la ejercito mi mente acabará debilitándose? –Sí. Míralo de esta manera. Si quieres fortalecer los músculos del brazo, debes ejercitarlos. Si quieres endurecer los de tus piernas, primero debes entrenarlos.
¿Alguna vez has pasado una tarde en tu oficina leyendo tus áridos informes y tu mente ha empezado a divagar y te ha entrado sueño?

No hay comentarios:

Publicar un comentario